Farcha de fusta han os caballez
pardos,
turraus por un sol retillante e furo
que torna as tascas en fruito maduro:
felzes royos e amariellos guallardos.
Os porroches leban os clines largos
de rezias zerras que blincan o muro
d'un cuello zereño e desplante duro,
con filorchos entorchaus por
letargos.
Ya amanexen as tacas de l'agüerro
en diyas en que menazan tristas
boiras
esgarrar á espuertas retalladas
cargas;
e o bistiar de mon para o suyo
fierro,
a suya abelidá d'espertas loiras
pa enguiliar d'a ibiernada as sobrecargas.
«Planta de madera
tienen los caballos pardos, / torrados por un sol brillante y salvaje / que
convierte los prados en fruto maduro: / helechos rojos y amarillos lozanos.
»Los potros llevan
las crines largas / de fuertes cerdas que saltan el muro / de un cuello robusto
y desgarro duro, / con hilazas retorcidas por letargos.
»Ya aparecen las
manchas de otoño / en días que amenazan tristes nubes / fragmentar a troche y moche
apedazadas cargas;
»y el ganado del
monte prepara sus armas, / su habilidad de espertas nutrias / para sortear del
invierno sus martirios».
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